Por: Amaya de la Parra de la Lama.
El daño cerebral adquirido es una lesión de las células del cerebro que se produce después del nacimiento. Puede deberse a diversas causas y, según donde esté localizado el daño, se encontrarán afectados unos u otros procesos. Hay que destacar también que no afectará del mismo modo a un cerebro en desarrollo (niños) que a un cerebro completamente desarrollado (adultos).
TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS (TCE):Cuadro clínico causado por la lesión directa de las estructuras craneales, encefálicas o meníngeas debido a una fuerza traumática externa (contusión, lesión penetrante).
ACCIDENTES CEREBROVASCULARES (ACV):También conocidos como ICTUS. Se tratan de cuadros clínicos causados por condiciones patológicas de los vasos sanguíneos que causan daño en algún área del cerebro, lo que deriva en diversos déficits dependiendo cuál sea la zona afectada.
Existen dos tipos:
ISQUEMIAS: el flujo sanguíneo que riega el tejido cerebral decrece o se interrumpe. Puede deberse a varias causas:
– Trombosis: coágulos sanguíneos que se forman en el interior de las paredes de los vasos acaban taponándolo.
– Embolismo: un coágulo, burbuja de aire o grasa, o cualquier otra colección de material, taponan un vaso después de haberse transportado por el torrente sanguíneo.
– Arterioesclerosis: endurecimiento de las arterias.
– Vasculitis: inflamación de los vasos sanguíneos.
HEMORRAGIAS: un vaso sanguíneo se rompe, lo que provoca que la sangre se filtre en zonas cerebrales inadecuad
TUMORES CEREBRALES
Crecimiento anormal de células dentro del cráneo. Al ser éste un espacio cerrado, un crecimiento anormal de tejido provoca una presión sobre el cerebro y afecta a su correcto funcionamiento.
ANOXIA CEREBRAL
Situación en la que existe una falta de aporte de oxígeno al cerebro. Éste es extremadamente sensible incluso a una breve disminución del aporte de oxígeno, por lo que una deprivación completa de oxígeno de más de 5 minutos o 15 minutos con un aporte reducido de oxígeno, puede provocar daños cerebrales permanentes.
Algunas causas son ahogamiento, envenenamiento por monóxido de carbono (inhalación de humo), estrangulación, embolismo pulmonar, sobredosis, infarto de miocardio, shock anafiláctico o insuficiencias respiratorias asociadas a neumonía o a un estado epiléptico prolongado.
INFECCIONES
Debidas a la invasión de microorganismos patógenos (virus, bacterias, hongos o parásitos) y la reacción de los tejidos a su presencia y a las toxinas que estos generan.
SECUELAS
Las secuelas que pude provocar el DCA dependen de muchos factores que actúan de manera conjunta, dando lugar a algunos problemas que van a ser muy variados en cada paciente.
El daño cerebral puede afectar a todas las áreas del funcionamiento del ser humano. Los déficits dependerán del tipo de lesión, la localización y severidad inicial de la misma… así como de características propias de cada afectado como la edad, personalidad o capacidades previas a la lesión. Las secuelas se agrupan en cuatro dimensiones que pueden solaparse o no en una misma persona:
Déficits físico-motores: Pueden producirse alteraciones del equilibrio, incapacidad para la bipedestación (mantenerse de pie), incapacidad para la marcha, limitaciones en el movimiento de una o varias extremidades, o incluso el control del tronco y cabeza en situación de reposo. Otras alteraciones que pueden surgir son: temblores, falta de sensibilidad y movilidad fina en miembros del cuerpo, e incluso pérdida parcial o total de alguno de los sentidos como la vista.
Déficits Cognitivos: Podemos citar déficits de aprendizaje y memoria, déficits atencionales, alteraciones del lenguaje, alteraciones del pensamiento formal (razonamiento lógico-deductivo, resolución de problemas, abstracción) y alteraciones en la regulación de la conducta propositiva o dirigida a una meta (planificación, iniciación y autorregulación conductual). En definitiva, puede verse afectada la capacidad de pensamiento, toma de decisiones y control consciente de nuestra conducta.
Alteraciones de la comunicación: Estas secuelas se producen como consecuencia de la alteración de habilidades físicas y cognitivas o la combinación de las mismas. Cuando se trata de alteraciones físicas, se ve afectada la expresión oral (debido a la pérdida de control de los músculos fonoarticulatorios), escrita (pérdida de control de los miembros superiores) o de la comprensión (pérdida de la capacidad de audición o interpretación de sonidos). También existen alteraciones del lenguaje que producen la incapacidad para la expresión o comprensión oral, a pesar de que el sistema físico-motor permanezca intacto (por ejemplo, alguien que podría hablar, pero no encuentra las palabras). En este caso, se trata de una alteración de los procesos del lenguaje (comprensión, expresión) denominada afasia.
Alteraciones Conductuales y/o Emocionales: A la par que las alteraciones cognitivas aparecen alteraciones conductuales y/o emocionales asociadas con cambios de carácter o personalidad. El origen de las alteraciones conductuales se podría considerar de dos formas: Falta de inhibición, lo que causa desinhibición conductual, en ocasiones la desinhibición provoca conductas física o verbalmente agresivas. Otras personas muestran exceso de inhibición o pobre iniciativa conductual; el afectado muestra apatía no iniciando actividades si no se le pide explícitamente, no disfruta tanto de las cosas que antes le gustaban, tiene sensación de agotamiento y letargo, y a nivel afectivo apenas expresa las emociones.
A nivel emocional, es posible que la persona con daño cerebral se encuentre más irritable, impaciente, con explosiones súbitas de ira, síntomas de depresión, desánimo o labilidad emocional.
Finalmente, una característica frecuente en las personas con daño cerebral es su falta de conciencia de los déficits derivados de la lesión cerebral (Anosognosia), especialmente cuando se trata de alteraciones cognitivas y emocionales. Si aparece este síntoma, frecuentemente la persona afectada rechaza la ayuda o dirección de quien le supervisa, dificultando su cuidado y rehabilitación.
Esta diversidad en las secuelas tras sufrir un DCA, hace imprescindible una evaluación indivdualizada previa al inicio de la rehabilitación. También es fundamental intervenir sobre su ambiente para que sea lo más rehabilitador y estimulante posible.